AQUELLOS AÑOS por Ana Ramirez
ENRIQUE BUNBURY
"Es el día de mi comunión, en Zaragoza, claro. Después de tomar la primera comunión lo normal es hacer una visita a la catedral para besar el manto y ahí estoy. ¿El lema que aparece en el manto? No lo recuerdo pero es una cosa muy franquista. Esa sponsorización tan avanzada es una cosa del régimen, de la autopromoción. De ese día recuerdo que me regalaron mi primer reloj que perdí con el paso del tiempo. También me acuerdo del flequillo. No me hacía nada de gracia ir tan repeinado porque yo llevaba el pelo más reblede. Era un poco revolucionario. Pienso mucho en la niñez, era un buen chico, buena persona, feliz y contento. Es en la adolescencia, en la edad del pavo, cuando empiezas a reblarte contra todo lo establecido. Ahí empieza la infelicidad que dura hasta el día del juicio final. No tengo memorias especiales de mi niñez. Bueno, empecé a hablar muy tarde y me llevaron a un médico. Quizá era por rebeldía o porque no tenía nada que decir y era tímido, introvertido, callado... Con la adolescencia llega la máscara de la arrogancia con la que esconder la inseguirdad. Me gustaba leer los libros de Julio Verne, de Salgari, de Mark Twain... a eso le debo mi afición a los viajes, a los aventureros y a los viajeros. También las películas de vikingos o la de Espartaco. Todo eso es la esencia de cómo eres de niño y que te queda para toda la vida, aunque la intentes curar y ocultar después."
ENRIQUE BUNBURY:
Profesión: Músico.
Nacimiento: Zaragoza, 1967
Carácter: Tímido, reservado, sensible, a contracorriente (de niño le llamaban "contra"), tenaz.
Curioso: Es vegetariano y su plato preferido son los guisantes.
La frase: "Pertenezco a una generación marcada por David Bowie".
Manía: El orden en su colección de discos.
Lo último: Su segundo disco en solitario, "Pequeño" (Chrysalis).
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