«Este es un disco confesional, en el que muestro mi lado débil»
Enrique Bunbury muestra su lado frágil y apuesta por los sonidos acústicos en «Pequeño», su nuevo disco. por Silvia Grijalba
Bunbury, Enrique Bunbury ha hecho, por primera vez en su vida, un disco que pueden oír sus padres sin saltarse ninguna canción. «En otros de mis trabajos o de lo que hice con Héroes», explica, «mis padres podían sentir rechazo porque no estaban de acuerdo con algunas de mis opiniones sobre drogas o religión. Pero éste lo pueden oír entero».
Pero aunque esa visión de la bendición paterna es quizá la lectura más inmediata de Pequeño, este nuevo trabajo del antiguo vocalista de Héroes del Silencio es bastante (mucho) más. Y lo fundamental podría ser que consciente o inconscientemente Bunbury rompe (de momento) con los dos grandes tópicos que históricamente se han cernido sobre el antiguo vocalista de Héroes del Silencio.
Por una parte, la grandilocuencia en su manera de cantar y, por otra, lo críptico de las letras. Al enfrentarse a este disco que Bunbury y su cabaret ambulante presentan con una gira que comienza el 10 de octubre en Zaragoza, y especialmente al escuchar canciones como la magnífica Algo en común o Bailando con el enemigo, queda claro que la voz ha cambiado y respecto a las letras, la depuración es evidente. «En el disco muestro mi fragilidad», explica, «mi lado débil y es claramente confesional, casi susurrante y libre de metáforas. En este disco me reconcilio con lo que soy, con mis orígenes».
Seguramente no ha sido algo premeditado, pero lo cierto es que Bunbury no se lo pone demasiado fácil a los fans de Héroes del Silencio para que le sigan los pasos. Una vez roto el grupo, Bunbury apostó por la electrónica en Radical Sonora y ahora, con Pequeño, los sonidos del cabaret, las rancheras y las melodías desnudas dominan su obra, para espanto de ortodoxos. «En la época de Héroes», explica, «es cierto que había una parte de nuestros fans que eran verdaderos fundamentalistas; gente que no aceptó que yo hiciera un disco como Radical Sonora y que supongo que tampoco soportará que haya compuesto éste. No puedo decir que me importe un bledo, pero creo que hubo gente que tomó de forma indebida la música de Héroes del Silencio, que se comportaban como una secta y daban la impresión de que para entender lo que hacíamos había que ser un iniciado. Creo que esa fue una de las razones por las que mucha gente nos tenía manía».
Esta declaración, realmente inusual dentro del panorama del rock español, es una muestra más de la proverbial falta de doblez de Bunbury. Y es que él, aún a riesgo de resultar impopular, no teme decir públicamente lo que más de uno piensa. Un ejemplo es la frase: «Los nacionalismos qué miedo me dan», de su single El extranjero. «Es cierto», declara, «que esa frase puede resultar impopular, pero creo que refleja el sentimiento de mucha gente. No es que yo esté, en absoluto, en contra de la autodeterminación de los pueblos; me parece estupendo que vascos, catalanés, gallegos o serbo-croatas defiendan su cultura, pero sí me parecen mal los fundamentalismos o que te intenten imponer unas ideas por medios violentos».
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