lunes, 23 de diciembre de 2013

Glorioso Viaje

Glorioso viaje
2.7.2004 - Palacio de Congresos (Sala García Lorca). 
2.000 espectadores. Lleno.
Por Jorge Oliva - especial para IndyRock
Ambientazo total. La sala García Lorca del posmoderno Palacio de Congresos 
de Granada lucía un lleno hasta la bandera que sorprendió, esa fue la 
impresión, hasta al mismo Bunbury.

Antes del inicio del show, una imagen proyectada del recién desaparecido
Marlon Brando presidía el escenario. Fue el homenaje inmediato de un
artista, cinéfilo él, que no perdió ocasión de elogiar al célebre "Padrino",
dedicándole incluso una de sus canciones.
Se apagan las luces. Suena el intro al tiempo que se proyectan imágenes de
Bunbury y su banda entre bambalinas. Juntan sus manos, unen fuerzas y salen
uno a uno a las tablas, hasta que el zaragozano hace acto de presencia copa
en mano, guitarra en ristre, con los primeros compases de "El anzuelo". El
público, muy heterogéneo, plagado de Bunburys clónicos y chicas
enfervorecidas, se entrega en cuerpo y alma. Cantan a la par cada estrofa.
Bunbury está muy metido en faena. "El anzuelo", "La señorita hermafrodita",
con un tempo algo más lento del registrado en el disco, y la maravillosa
"Los restos del naufragio" son una excelente carta de presentación. Un buen
comienzo que presagia un mejor concierto. No falla.
Desgrana una tras otra canciones de su viaje emocional, físico y musical. La
gente sigue el show desde las butacas pero se ponen en pie a cada momento.
Unos aplauden, otros simplemente alargan sus brazos, las caras son un poema.
Hay parejas que se abrazan al son de "Infinito", jóvenes que lanzan suspiros
con las primeras notas de "Alicia" y una marabunta que hace retumbar el
Palacio con el homenaja a Más Birras, y por ende a los extintos Héroes del
Silencio, y esa ya habitual "Apuesta por el rocanrol".
Bunbury tiene memoria. Recuerda la última actuación en Granada con motivo de la gira "Rock en Ñ". Era el primer concierto con el Huracán Ambulante, la
banda que le acompaña desde la gloriosa gira de "Pequeño". Los hermanos
granadinos, como los bautiza el maño, se lanzan con el "cumpleaños feliz". Y
a todos, a sus músicos, a los hijos de sus músicos -recién nacidos, de los
que se muestran imágenes- y a esa audiencia entregada les dedica "Que tengas
suertecita".
Suelta en cada canción un vasto repertorio de gestos y poses, teatrales,
dramáticas, muy exageradas. 100% viscerales. "Si me viera en un espejo, ¿tú
crees que haría lo que hago?", confesaba en una entrevista reciente. Pero no
se corta. Acompaña esa puesta en escena de un estupendo juego de luces,
traje mesiánico -blanco para más señas- y su ya inseparable sombrero de
estrambótico cowboy. El acento sudamericano no lo deja. Lo enfatiza aún más.
Es Bunbury en estado puro. Abandona tanto comentario entre canción y canción y va a lo suyo, a interpretar, a vivir y sentir cada canción como si fuera
la última que toca en su vida. Un espectáculo único en el panorama musical
nacional. Y no deja indiferente a nadie.
Tras "Enganchado a ti" se va a camerinos pero vuelve. Sin duda, es el bis
más redondo. Emociona con la versión semiacústica de "Lady Blue", aumenta la
temperatura de la sala con la belleza de "El rescate" y deshace corazones
con ese canto de llanero solitario, hecho pedazos por un amor desafortunado,
llamado "El jinete". Una canción original de José Alfredo Jiménez, que
Bunbury ha hecho suya. Un clásico, vamos.
No hay muchas más sorpresas. Interpreta por primera vez en la gira "Lo que
queda por vivir" y deja a todos con la boca abierta con el tramo final de
canciones sensibleras: "Sácame de aquí", "...Y al final", "Adiós,
compañeros, adiós" y, sobre todo, "Canto (el mismo dolor)". Canciones
henchidas de la emoción a borbotones que sale de cada melodía, de cada
letra, de este atípico y bohemio trovador.
Un excelente concierto, que muestra cómo van tomando cuerpo en directo las
canciones de "El viaje a ninguna parte", y que confirma el extraordinario
momento que vive Bunbury. Con precios no habituales en un artista nacional,
no ha tenido problemas para llenar los conciertos de esta primera parte de
su gira. Su estatura de estrella es indiscutible. Guste más, guste menos,
estamos ante un metal precioso que sigue puliéndose, y de qué forma, disco a
disco, gira a gira. Y siempre con el mismo lema bajo el brazo: "Renovarse o
morir".
Set list
1. El anzuelo
2. La señorita hermafrodita
3. Los restos del naufragio
4. Que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha
5. De mayor
6. Desmejorado
7. En la pulpería de Lucita
8. El viento a favor
9. Que tengas suertecita
10. Alicia
11. Infinito
12. Apuesta por el rocanrol
13. Sí
14. Enganchado a ti
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15. Lady Blue
16. El rescate
17. El jinete
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18. Lo que queda por vivir
19. Sácame de aquí
20. ... Y al final
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21. Adiós, compañeros, adiós
22. Canto (el mismo dolor)

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