viernes, 11 de abril de 2014

Bunbury: romance y rock and roll en Quito

Publicado el 07/Abril/2014 |
El cantautor español ofreció un concierto de dos horas y 20 minutos en el Coliseo General Rumiñahui. Hizo un recorrido por su toda su trayectoria musical.

Sábado, 20:10. Una nave espacial recorre la gran pantalla led en el escenario del Coliseo Rumiñahui. De una luz cósmica salta al escenario Enrique Bunbury. Los fanáticos enloquecen con Despierta el tema promocional de Palosanto, el disco que el español viene a promocionar en Ecuador.

A este tema le siguen El club de los imposibles, Los inmortales, Contracorriente e Hijo de Cortés. Los fanáticos no abandonan a Bunbury en ningún momento. Cantan a todo pulmón cada canción. Faltó poco para llenar el coliseo, a pesar que el español vino en el 2012. 

Con un look rebelde y atrevido. Vestido de cuero completamente Bunbury encantó con sus sexies movimientos y sus extravagantes poses. En su sexto tema rindió homenaje a Julio Jaramillo con el cover de la canción Ódiame.

Los temas de su nuevo disco están acompañados de un engambre visual que se aprecia en la pantalla led a sus espaldas. Entre ellas Más alto que nosotros solo el cielo y Destrucción masiva. Imágenes que hacen alusión a las guerras, al poder mediático, a mundos paralelos en los que la naturaleza era reemplazada por la tecnología. El mensaje de Palosanto es claro: cambiar el mundo para evitar su destrucción.

Bunbury muestra su lado más español con El extranjero pero también su lado romántico con Deshacer el mundo (la única canción de Héroes del Silencio de la noche), El rescate, Los habitantes y Salvavidas. El rock and roll llegó con El hombre delgado que no flaqueará jamás de su álbum Hellville De Luxe. Con este tema los fanáticos se ponen a bailar y Bunbury no duda en contornearse con el micrófono en mano.

Frente a frente (cover de Jeanette), Que tengas suertecita y Lady Blue son los temas más coreados de la noche. Después de este set Bunbury se despide de los ecutorianos agradeciendo por su presencia. 

Esta vez sí vuelve para entregar más: Miento cuando digo que lo siento, Puta desagradecida de su álbum Tiempo de las cerezas y Me calaste hondo. Se va de nuevo y tras los gritos del público regresa. “Tienen algo que hacer o nos permiten seguir cantando para ustedes”. Bujías para el dolor y El viento a tu favor cierran el concierto después de dos horas y 20 minutos.

Bunbury se va y deja en el escenario a su banda Los santos inocentes. Ellos agitan la bandera de Ecuador y hacen una venia al público. Algunos fanáticos se quedan con ganas de escuchar algún otro tema de los Héroes del Silencio. La mayoría salen satisfechos y más enamorados de su música.

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